lunes, 14 de septiembre de 2009

PUNTADA TRAS PUNTADA...NUDO TRAS NUDO...TEJE SUEÑOS CON SUS CUATRO AROS

El mosaico muestra el anillo de Salomón.
Foto: Joel Lipton

Nuestra puntada estrella en crochet: Nudo de Salomón, antiguo símbolo de sabiduría de miles de años de antigüedad.

El nudo de Salomón es considerado en el tejido del ganchillo como una técnica de calado y punto alargado. Este guarda una legendaria y mágica historia de templarios, de celtas, de rituales judaico cristianos, en donde la sabiduría llega a la cima del poder. Está compuesto por dos anillos que se entrelazan cuatro veces, con puntos de cruce alternos que nos llevan arriba, abajo, otra vez arriba y de nuevo abajo, cuando uno sigue el contorno de cada anillo.




Se han tejido múltiples leyendas alrededor de este mágico símbolo: el nudo, sello o anillo de Salomón.

"El Rey Salomón, según la leyenda italiana, estaba en una colina y Dios le encargó que protegiera a un pueblo de unas grandes rocas que rodarían pendiente abajo y lo destruirían". "El Rey Salomón estaba sujetando tres grandes rocas y tomó una soga e inventó este nudo para sostenerlas y proteger así al pueblo".
Cuenta otra leyenda…

Cuando el rey David se encontraba en los umbrales de la muerte, llamó a su hijo y sucesor, Salomón, para la despedida final. Salomón era joven, inexperto y estaba muy preocupado por la corona que pronto sería suya. Le rogó a su padre que le dejara algo que pudiera serle de ayuda en tiempos de crisis. Su padre le dio un joyero que contenía un anillo. "Cuando te encuentres en aprietos", dijo David, "abre este estuche y mira la inscripción del anillo. Pero cuando te encuentres en la cima del bienestar, vuelve a abrirla y entonces mira la cara interna del anillo. Que Dios sea contigo, hijo mío". Y murió. Los años pasaron y Salomón se encontró asediado por problemas graves, de todo tipo y color. Incluso estuvo separado de su cargo de rey por un tiempo. Salomón estaba abatido y apesadumbrado cuando recordó el consejo de su padre y abrió el joyero. En la cara del anillo leyó las palabras hebreas: Gam ze iaavor que significan "Esto también pasará". Se sintió profundamente reconfortado por el mensaje y volvió a tomar el control de su destino con confianza y decisión. Se superaron los obstáculos. Se disipó la rebelión. Luego comenzó una época de auge y florecimiento sin igual, a raudales se incrementaban sus riquezas y hacía gala de su sabiduría. Tener tanto poder era otro logro supremo que enriquecía el orgullo de Salomón y aumentaba su sensación de ser invencible. Pero, no olvidó abrir el joyero, extraer el anillo, mirar la inscripción grabado en su interior y leyó: "Gam ze iaavor" , "Esto también pasara". También la riqueza, la fama, la gloria, la pompa, todo el lujo pasaría.
Y así fue como Salomón se convirtió realmente en el ser humano más sabio de todos los tiempos.

Todo pasa, lo que sentimos como bueno y lo que sentimos como malo.
No nos quedemos atados al mundo de las sensaciones. El dolor y el placer son estrellas fugaces que se desvanecen al cruzar el horizonte.
El triunfo y la felicidad se encuentran en ver más allá, en la trascendencia del ser. Las glorias y las derrotas son efímeras. Siempre debemos hacer lo mejor que podamos hacer. Dar al máximo para conquistar nuestros sueños.

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